Una joven estadounidense que es modelo de talles grandes y que tiene miedo a volar relató, a través de Instagram, cómo fue criticada durante todo un viaje por su compañero de asiento debido a su peso. Después de aterrizar, se animó y lo encaró.
Natalia Hage es muy activa en sus redes sociales. En su cuenta de Instagram tiene 128.000 seguidores que reaccionan cada vez que ella comparte sus fotos, relata sus historias y reflexiona sobre su vida como mujer de talla grande.
También, cada vez que viaja, comparte su miedo a los aviones y la ansiedad que le provoca viajar. «Por primera vez en mi vida, me animé a sentarme en el asiento de la ventanilla. Odio volar porque me pone muy ansiosa. Sin embargo, hoy el vuelo fue espectacular y me animé a desafiar mi miedo y hacer algo que pensé que jamás haría: mirar por la ventana durante todo el despegue. Fue emocionante», escribió apenas hace unos meses.
Esta vez, como hace siempre, difundió los detalles de su viaje con sus seguidores. Pero no habló de su miedo o de la ansiedad del vuelo sino de la mala experiencia que tuvo con su compañero de asiento.
«Yo sufro de ansiedad extrema al volar pero sólo había asientos del medio disponibles por lo que pagué U$ 70 extra porque sé que necesito más espacio para mis piernas», escribió Natalie Hage, que viajaba a Los Ángeles en un vuelo de American Airlines.
El hombre que estaba junto a ella empezó a mostrarse molesto desde antes del despegue. Primero, rezongó; luego resopló y finalmente empezó a reírse de Natalie con su pareja por medio de mensajes de texto.
El hombre siguió durante todo el vuelo haciendo chistes sobre la joven, que no sólo iba leyendo el intercambio sino que además sacó fotos de la pantalla de su compañero escribiendo en su teléfono.
En un momento, se le ocurrió cambiar de asiento. Pero no fue posible. El hombre que estaba del otro lado, se rió ante el pedido de la chica y le dijo que no.
Al aterrizar, Natalie tomó coraje, enfrentó a su compañero y filmó la conversación. Primero se presentó y lo saludó, después le explicó que se había dado cuenta que había estado enviando mensajes horribles sobre ella. El hombre enseguida le pidió perdón. Ella le preguntó si siempre se ríe de las personas que tienen sobrepeso y su compañero tuvo el tupé de decirle que ella debería sentarse en donde la compañía aérea le dice y no donde ella elige.
La modelo aseguró que durante todo el vuelo le mandó varios mensajes a la compañía American Airlines con el número de asiento del compañero.
Antes de bajar del avión, le volvió a decir lo incómoda que se había sentido al sentirse criticada. «Nunca más trate a alguien así», le dijo la joven.
Esta historia, que podría parecer anecdótica, demuestra la necesidad de ponerse en el lugar del otro, en especial cuando estamos en un avión y no sabemos si nuestro compañero de asiento está haciendo un esfuerzo enorme para estar ahí. Aunque historias como ésta no deberían ocurrir ni en un avión, ni en un tren, ni en un barco ni en ningún lado.
Ojalá el Sr. Criticón haya aprendido la lección y la próxima vez en lugar de hacer chistes, haga todo lo posible para que tanto él como su compañera de asiento puedan viajar lo más cómodos posible sin molestarse.
Con la colaboración de Santiago Sgromo
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