Una de las principales preocupaciones de quienes tienen temor a volar es el miedo al encierro. O tal vez debería escribirlo al revés: una de las preocupaciones de las personas que sufren de claustrofobia, o fobia al encierro, es cómo manejar la ansiedad cuando suben a un avión.
Busqué estadísticas para ver de cuántas personas estamos hablando pero son muy pocos los estudios científicos realizados sobre la aerofobia o la ansiedad a volar. Menos aún, que analicen la claustrofobia dentro de aquellos que tienen miedo a volar.
Un miedo, todos los miedos
Según el Lic. Modesto Alonso, psicólogo aeronáutico especializado en aerofobia y ansiedad al vuelo, “si una persona sufre claustrofobia es muy probable que sienta también distintos grados de temor y ansiedad ante un ascensor, sobre todo los más cerrados, o sufra o evite subir a un ómnibus y en especial al subte» (metro, para los lectores de otros países).
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Cuando una persona que sufre de claustrofobia programa un viaje en avión es posible que empiece a sentir más ansiedad al acercarse la fecha del vuelo. A diferencia de los otros medios de transporte, el avión tiene una particularidad más que obvia: uno no puede bajarse cuando lo desee.
Algo para recordar
“Una fobia es una creación personal involuntaria en la que alguien imagina que está en riesgo en ciertas situaciones y actúa en consecuencia. De hecho, no sólo imagina, sino que cree y siente lo que imagina. Es importante que estas personas puedan acceder a un training o una terapia en la que en primer lugar se determine si tiene otros temores vinculados con el vuelo o si sólo es el encierro lo que le genera la ansiedad o la angustia. Convenientemente asistida, la persona logrará tener un kit de herramientas psicológicas en las que aprenda a manejar sus pensamientos y creencias equivocadas que la inquietan”, señaló el Lic. Modesto Alonso.
Además de manejar los pensamientos, con las herramientas indicadas una persona que sufre de claustrofobia y de miedo a volar podrá controlar la ansiedad anticipatoria negativa, aprenderá a relajarse, a respirar adecuadamente, a usar la imaginación en su beneficio y tomará medidas de cuidado previo al vuelo.
Pero, ¿y si el vuelo dura 10 horas? ¿Cómo prepararse?
La duración del vuelo no pareciera variar la recomendación de los especialistas. “En nuestra experiencia, alcanza con las herramientas enunciadas anteriormente, incluyendo además tips prácticos tales como buscar asiento en pasillo pues eventualmente le facilita la movilidad, comentarle a los tripulantes de cabina su inquietud para sentirse más protegido y diversas maneras de refocalizar su atención fuera de su preocupación central”, explicó el Lic. Modesto Alonso.
Algunos tips para combatir la ansiedad:
- Llevar ropa suelta y cómoda: evitar las prendas ajustadas y los cuellos altos (de tortuga). Mejor llevar una pashmina o pañuelo para la garganta, en caso de tener frío.
- Subir al avión a lo último: de esta manera el tiempo entre el embarque y el despegue será menor.
- Los días previos practicar ejercicios de respiración para cuando nos sentimos ansiosos. Esto nos ayudará si en algún momento tenemos algún síntoma durante el vuelo.
- Si la ansiedad es intensa, elegir un vuelo diurno: a algunas personas con claustrofobia los vuelos nocturnos les acentúa la sensación de encierro.
- Si no está encendida la luz de «abrocharse el cinturón»,, levantarse y caminar por el avión.
- Mantener la mente ocupada: llevar palabras cruzadas, mandala para pintar o lo que cada uno sepa que lo ayuda a despejar los pensamientos caóticos y la ansiedad.
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