“Siempre me ha dado ansiedad tener una crisis de ansiedad en el vuelo. Podría sonar súper tonto pero sé que las personas que padecen de miedo al vuelo lo entenderán”, escribió Sil, que viajó de Ciudad de México a Mazatlán, México.
El vuelo fue de una hora y 20 minutos.
“Les he seguido desde hace tiempo y me han ayudado demasiado en este proceso. Creo que hoy puedo decir que superé ese miedo por fin”.
El día del vuelo, Sil se sintió muy tranquila. Además de la maleta, llevó audífonos con cancelación del ruido y se descargó nuestro audio de relajación.
“Lo comencé a escuchar cuando estábamos abordando y logré sentirme muy segura de mis respiraciones y todo”, relató.
“Cuando despegamos estuve bien. Unos minutos después me animé a ver por la ventana y a partir de ahí, todo el vuelo fui viendo las nubes, las montañas, incluso vi la playa antes de llegar a mi destino. Incluso pude filmar un video para compartir con ustedes”.
“El vuelo de ida tuvo poca turbulencia, pero en el de regreso la turbulencia se sintió más. La verdad, antes no me ponían nerviosa las turbulencias pero ahora menos porque aunque no llevaba mi vaso con agua, me lo imaginé y en mi mente me decía “está turbulencia no es tan fuerte como para tirar el agua así que estamos bien, es normal”, comentó, haciendo alusión al ejercicio que compartimos muchas veces en las redes o en los cursos de observar el líquido en un vaso, si es que nos quedó en la bandeja, y darnos cuenta que si el líquido no se derrama, el movimiento es menor al que imaginamos.
“Me han servido mucho sus consejos y ojalá esta experiencia pueda ayudar a alguien más. Estoy emocionada por haber disfrutado tanto este vuelo que no puedo esperar a volar nuevamente”, escribió Sil, que nos envió una foto disfrutando en la playa.