Hace exactamente 3 años publiqué en las redes sociales mi primer post del blog, que había escrito unos meses antes, sin saber si alguna vez lo compartiría con alguien.
Jamás imaginé todo lo que iba a venir después: llegar a 12 mil personas en Facebook con los que compartimos el mismo miedo, conocer gente del rubro aeronáutico por Twitter que siempre nos da algún consejo o simplemente nos alienta, conocer a los psicólogos aeronáuticos Modesto Alonso y Nicolás Machín y ya sumar casi 200 personas que vinieron al curso “Cómo superar el miedo a volar”.
También me emociona mirar para atrás y recordar cuando Latam nos ofreció hacer el primer vuelo de bautismo: en unos días haremos el 5to vuelo, habiendo volado casi 60 personas, sin contar a nuestro equipo. Algunas no habían volado nunca en su vida y entonces tuvimos el honor de estar ahí y formar parte de ese primer recuerdo.
Si me hubieran dicho alguna vez que iba a pasar esto, lo hubiera negado las veces que hubieran sido necesarias. “¿Animarme a decir que tengo miedo?”, ni loca. “El miedo se disimula”, hubiera respondido hace muchos años. O tal vez lo hubiera reconocido pero haciéndome la payasa y contando las cosas que hice con tal de no volar o de que no se cayera el avión.
Porque eso era lo que pensaba: que yo tenía que hacer algo. ¡Lo que deben haber pensado los pilotos con los que me crucé alguna vez! Ellos volando en aviones en aeroclubes cientos de horas, estudiando climatología, física y yo pensando que si me olvidaba mi pashmina roja, iba a hacer que el avión se cayera.
Estoy convencida de que son un montón las cosas que pueden ayudarnos a perder el miedo. Para algunos es el curso, para otros es una terapia y para otros resulta efectivo leer los testimonios que vamos compartiendo de otras personas que, como ellos, se animaron a volar y cuentan cómo lo lograron. Lo importante, como dice siempre Nicolás Machín, es hacer algo. Porque si nos quedamos como me quedé yo durante 15 años repitiendo que tenemos miedo, el miedo no se va. Al contrario, es como una bola de nieve y sentimos que cada vez se va haciendo más grande. Lo maravilloso, y que pude descubrir hace poco, es que al superar el miedo a volar, conseguiremos superar un montón de otras cosas. En mi caso, por ejemplo, ahora puedo mirar hacia abajo cuando voy a visitar a mi hermana Silvina en Entre Ríos y tenemos que cruzar el puente Zárate Brazo Largo. Antes, cerraba los ojos, ahora…ya ni me acuerdo que alguna vez sentía miedo.
¡Gracias a todos por leer estos posts y gracias Moni, Nico, Modesto y a todos los que ayudan a que podamos seguir aprendiendo a volar!
Carola.
Gracias Caro!! Y felicitaciones!! Esto no hubiera sido posible sin el empuje que le han dado con Moni y estoy muy orgulloso de haber aportado mi granito de arena!! Es un gusto trabajar con Uds. Muy feliz cumpleaños!!
Querida Caro, mi más cálida felicitación por lo que has hecho y mis mejores deseos por lo que sigue. Siempre ha sido un gusto colaborar contigo y trabajar en Equipo. Adelante con tu fuerza, entusiasmo y profesionalismo !!! Modesto
Muchas gracias Modesto!