Sandra Mancinelli, de 57 años, viajó a Europa y paseó por Italia, Mallorca, junto a su compañero de vida, como le gusta decir a ella, hace un tiempo. Y aunque los días previos a los viajes en avión generalmente son de mucha ansiedad, Sandra está disfrutando de un gran logro: “Yo pasé de viajar con 3 o 4 psicofármacos a viajar con Dramamine, que siempre tuve que tomar incluso en los viajes por tierra”, comentó Sandra.
Según MedlinePlus, la diferencia entre uno y otro medicamento es que el Dramamine (dimenhidrinato), perteneciente a los medicamentos llamados antihistamínicos, es usado para tratar y prevenir las náuseas, vómitos y mareos causados por los viajes. Los ansiolíticos, en cambio, son psicotrópicos cuya acción depresora del sistema nervioso central busca disminuir o eliminar los síntomas de la ansiedad.
Secretos para el despegue
Aunque reconoce que el despegue no le es indiferente, Sandra tiene algunas técnicas que la ayudan mucho a relajarse: “En el despegue siempre aplico todo lo que recuerdo: masticar chicles, por ejemplo. Pero también, hay algo que ayuda mucho a disminuir la percepción del movimiento del avión y es separar los pies del piso del avión”.
Después durante el vuelo, se entretiene con lo que puede. Si está en la ventanilla, mira las nubes o el paisaje, aunque prefiere no sentarse en la ventana.
“Ver películas, jugar con la tablet y con juegos que no necesiten Internet, escuchar recitales de música, todo esto me ayuda mucho a tomar conciencia de que estoy tranquila”, compartió. Y recordó: “Fundamental tener el celular o la tablet cargada”.
Aunque hasta ahora Sandra nunca fue a un curso, se propuso leer todo lo que fuimos compartiendo a través de las redes sociales durante cada curso y también tuvo algunas sesiones con un psiquiatra.
Lo cierto es que en los últimos viajes pudo comer, dormir…por eso ahora sueña con volver a viajar. “Volver a Italia es mi motor. “
Gracias estoy en el proceso de tratar está patología