Es lo primero que se cruza por la cabeza de la mayoría de las personas que tienen miedo a volar, cada vez que ocurre una tragedia aérea como la que sufrió el avión de la aerolínea Lamia que transportaba al equipo de fútbol brasileño Chapeocoense, en el que murieron 71 personas.
La cobertura periodística, especialmente de los medios más amarillistas, no ayuda a pensar otra cosa: la mayoría de los periodistas se convierten instantáneamente en expertos en aviación y desesperados por encontrar explicaciones (que jamás se encontrarían en el mismo día de un accidente, ni en dos, ni en un mes) someten a sus entrevistados con preguntas imposibles de contestar.
Algunos, en cambio, como el piloto Enrique Piñeyro, prefirieron abstenerse de opinar, hasta que exista más información.
Según la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) cuando ocurre un accidente aéreo se hará un informe preliminar dentro de los primeros 30 días. Posteriormente, el Estado que realice la investigación publicará el informe final en un plazo de 12 meses. Si esto no fuera posible, cada aniversario del accidente, publicará una declaración provisional que indique los pormenores del progreso de la investigación y cualquier gestión de seguridad operacional relevante, detalla la Guía para periodistas “Infomar sobre accidentes aéreos”, del Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación comercial.
El riesgo de ver demasiado
A primera hora, apenas se conoció la noticia, el Dr. Claudio Plá, de Poder Volar, nos sugirió: “Es importante aconsejar a la gente que se mantenga alejada de los noticieros”.
No se equivocó: hubo canales que hasta transmitieron el traslado de los cuerpos.
El accidente fue terrible, como lo es cada tragedia donde pierden la vida una, dos o miles de personas, sin importar dónde o cómo. No obstante, es importante recordar que ver las noticias una y otra vez no va a ayudar a las víctimas, mucho menos a sus familiares y tampoco a los que sufrimos de aerofobia. Entonces la pregunta inevitable: ¿para qué?
En el museo del 9/11, en Nueva York, difunden la cantidad de personas que en todo el mundo vieron aunque sea una vez las imágenes de los atentados a las Torres Gemelas: se comprobó que 1/3 de la humanidad vio uno de los videos en que los aviones secuestrados se estrellaban contra los edificios.
“Ver el video de un accidente aéreo no es el problema, son las interpretaciones que las personas hacen sobre el accidente una y otra vez”, explicó Julie Pike, psicóloga del Centro de Tratamiento de Desórdenes de la Ansiedad de Carolina del Norte en Durham. Según la psicóloga, el mayor peligro es interpretar que un evento triste y desafortunado que ocurre con muy poca frecuencia es algo que puede pasar todos los días.
Las imágenes además tienen un efecto potenciador, muy diferente a las palabras. “La estimulación visual puede activar la respuesta de luchar o escapar, llevándolos a pensar que están en peligro inminente”, agregó Julie Pike.
El transporte más seguro
Cada día, hay 100 mil vuelos comerciales en todo el mundo. Esto significa que un total de 37.600.000 vuelos por año, según IATA (International Air Transportation Association).
Desde 2006 a 2015, hubo 65 accidentes fatales. Lo que demuestra que el avión sigue siendo el medio de transporte que proporciona más seguridad.
Leer más estadísticas sobre la seguridad de los aviones
[…] La tragedia chapecoense reavivó el miedo […]
Volar es mas seguro que viajar por una ruta. El problema es, que muchas Aerolineas son muy improvisadas, y eso en ese tipo de transporte no se puede hacer.
En aeronautica, el profesionalismo es fundamental.
Hola Caro, podría comunicarme de alguna manera con vos? Saludos!
Hola Bernando, por supuesto. Escribime a info@miedoalosaviones.com Saludos!