Viajar en avión con tu perro

Paula Lavinia viajó con su perrita Koira a Valencia, España, hace casi un año por Iberia. Fueron dos vuelos, con trasbordo en Madrid. Después de una encuesta que publicamos sobre viajar con mascotas, nos escribió para compartir su experiencia.

“El viaje era una mudanza, no un viaje de vacaciones o de otra índole, por lo que era un viaje con mil emociones juntas, sumado a mi miedo a volar”, relató Paula.

A Koira la rescató hace 9 años y si bien es una raza de perro mediana o chica, pesa 14 kilos. Así que tuvo que despacharla. “Sólo pueden ir con el pasajero los perros de hasta 10 o 12 kg. Así y todo decidí viajar con ella porque obviamente sin ella no me iba ni a la esquina”, explicó.

Antes de viajar tuvo que seguir con los requisitos de la línea aérea para viajar con mascotas. Además, buscó asesoramiento veterinario e hizo un entrenamiento para que la perrita se fuera acostumbrando a la caja transportadora y así, que el viaje fuera lo más ameno posible.

“Los entrenamientos empezaron 2 meses antes, por lo que compré su transportín con tiempo, y esos dos meses Koira comía, jugaba y dormía en ese lugar. Era su “casita”, agregó Paula.

Si estás pensando en viajar con tu perro próximamente, Paula recomienda comprar un tamaño de caja donde el perro se pueda acomodar bien y no esté apretado, así la sensación de encierro es menor.

“El principal objetivo del entrenamiento es que el animal sienta que todo lo que pasa en el transportín es bueno. A través de distintos ejercicios ella fue asociando que ahí recibía premios, comía, tenía su mantita y tenía juguetes”, continuó.

El día del vuelo

Ya en el aeropuerto, Koira se subió sola al transportín. Luego, llegó el momento de despacharla. “Lógicamente se ponen un poco más nerviosos pero no lloraba ni ladraba. Igual, consulté a varios veterinarios y adiestradores y me explicaron que no siempre los animalitos que viajan con sus dueños en cabina van más calmados. Todo depende del animal y del humano. Hay animales que viajan muy bien en cabina, otros no tanto; lo mismo en bodega. Mi recomendación es contactar a un adiestrador y entrenarlos: sea cabina o bodega. “

¿Se les da alguna medicación?

“Yo no le dí nada a Koira para viajar. Me comentaron que la medicación lo que hace es prohibirle al animal mostrar sus emociones, pero sigue sintiendo todo; sumado a que nadie supervisa cómo le cae esa medicación y es más peligroso. Pero creo que se podría dar sin problemas algún medicamento natural; todo lo probaría antes de viajar para tener más seguridad y tranquilidad”.

El reencuentro ya en tierra

Al llegar a destino, en Valencia, Paula fue a buscar a Koira y para su sorpresa estaba durmiendo y hasta tuvo que despertarla. “Abrí la caja y estaba feliz de estar conmigo. Además, no observé ningún efecto posterior. Quizás ladraba un poco más, pero nada grave, después volvió a la normalidad, pero sí hay que tener en cuenta que pueden sufrir pérdida de pelo, apetito o estar un poco caídos al principio. Es importante observarlos los días siguientes a arribar”.

Trámites

Los requisitos difieren según el país de origen y de destino. También de la línea aérea. Paula tuvo que enviar a SENASA (organismo argentino de sanidad) un email para emitir el CVI (que se retira en sus oficinas de Ezeiza el día del viaje). Además, necesitó: 

-Solicitud de exportación completa

-DNI de la persona que viaja con la mascota


-Certificado de aplicación del microchip 


-Certificado de vacunación antirrábica vigente (aplicada después del microchip)


-Certificado de salud de una semana previa al viaje (No debe superar los 10 dias, si es 7 u 8 dias mejor) provisto por el Colegio de veterinarios de la Provincia o Consejo Profesional (según jurisdicción).

“Todo lo anterior lo haces con tu veterinario de confianza. Es fácil y rápido. No recomiendo ninguna empresa, sale el doble y realmente es algo que podes hacerlo vos mismo”, sugirió.

Conclusión

“Para terminar: mi experiencia con Iberia fue muy buena, no puedo hablar de otras aerolíneas, pero creo que todas tienen los recaudos necesarios; sin embargo les recomiendo investigar, llamar, instruirse y entender para decidir por cuál viajar.

Yo viaje relajada más allá de todo, pude entender que Koira estaba bien y que tenía que estar bien yo también para cuando llegaramos a destino acompañarla.

Obvio que todo esto conlleva nervios, estrés y miedo; pero lo vale sin dudas.”

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Un comentario en “Viajar en avión con tu perro”

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