Chiaria Lauria estaba evaluando las ciudades que visitar en su viaje a Europa. Hasta que propuso ir a Madeira, un archipiélago soñado en Portugal, a 500 km de Canarias, 860 km de Lisboa y 770 km de las Azores.
Ya había superado el miedo a cruzar el océano. De hecho, tuvo un excelente vuelo. Hasta que se desbloqueó un nuevo miedo, el de aterrizar en Madeira, cuando alguien conocido le comentó que el aeropuerto era uno de los más peligrosos del mundo.
“Desde ese momento empecé a estar bastante nerviosa. Pero decidí buscar información y eso me ayudó mucho. Traté de investigar y no quedarme con ese comentario, un tanto amarillista. Al leer descubrí que hace más de 40 años la isla tenía una pista más corta pero que fue extendida y que lo desafiante es que cuando hay determinado tipo de vientos los pilotos tienen que hacer ciertas maniobras”, relató Chiara.
Basta con escribir en Google “aeropuerto de Madeira” para encontrar algunos resultados que lo describen, tal como le comentaron a ella, que es uno de los más peligrosos del mundo.
A pesar de todo lo que leyó, cuando se subió al avión, estaba muy nerviosa. “Además el avión era un poco más chico que otros. Pero así y todo no quería que un titular, una frase, me hiciera perderme de visitar este lugar que es realmente hermoso”, reflexionó.
El avión despegó y finalmente tuvo un muy lindo vuelo y un aterrizaje “súper suave”, tal como lo describió Chiara.
Tan bien estuvo todo que antes de desembarcar se animó y se acercó a saludar al piloto. “Me emocioné mucho al hacerlo. Me sentí orgullosa de haber podido superar mis miedos y de haber usado los recursos del curso para controlar mi ansiedad y mis pensamientos”, relató Chiara.
Si estás pensando en seguir los pasos de Chiara y visitar Madeira, quizá te interese saber que, según el blog de Flightradar24 -la plataforma conocida en todo el mundo por el seguimiento en tiempo real de vuelos- el aeropuerto está escondido entre la montaña y el mar. “A pesar de los aterrizajes que a veces parecen complicados, el aeropuerto de Funchal es en realidad un lugar muy seguro para volar. El último accidente importante relacionado con el clima fue el accidente del vuelo 425 de TAP en 1977”, agrega.
En 1977 la pista de Funchal tenía la mitad de longitud que tiene actualmente: antes tenía 5249 pies (1600 metros) de largo y en el año 2000 se amplió a 9124 pies (2781 metros).
Por lo que si alguna vez alguien te hace comentario podrás agregarle: “era uno de los más peligrosos, pero desde 1977 no hubo más accidentes”.