Susana Bianchi quería volar por primera vez. A sus 69 años, sentía que se estaba perdiendo de conocer lugares con los que siempre había soñado. Pero el miedo le impedía siquiera imaginarse en el avión. Tenía tantas preguntas en su cabeza. Por ejemplo había visto varios videos y le preocupaba saber por qué muchos personas se tapaban los oídos en el ascenso y descenso. O por qué algunos sentían un vacío en el estómago. También tenía mucho miedo de sentir que le faltaba el aire, que no pudiera respirar.
La primera vez que preguntó por el curso fue en Agosto de 2019. “Quisiera sacarme el miedo para de una vez poder viajar”, escribió un mes después.
Hasta que vino la pandemia, después se reanudaron los vuelos pero todavía le seguía costando tomar la decisión. Igual, ella nos escribía y preguntaba.
Hasta que sus hijos le sacaron los pasajes para conocer Europa a ella y a su esposo y tomó la decisión de inscribirse en el curso “Afrontamiento del miedo a volar/Cómo ser una persona menos miedosa”, el 17 de Junio de 2023. Los pasajes eran para el 26 de Junio. Tenía un mes y 9 días para prepararse.
Tuve la suerte de conocerla en persona (ya que el curso es por streaming) y fue hermoso ver cómo sus amigas la apoyaban en esta aventura de enfrentar el miedo a volar. A medida que se iba acercando la fecha del vuelo, Susana nos hizo muchas consultas más. Incluso, quería hablar con algún piloto. “Estoy más que ansiosa, no puedo parar de llorar de la emoción”.
Apenas aterrizó nos escribió: “Me sentí feliz. Incluso hubo turbulencias y no me dieron miedo. Fue hermoso. Parecía que iba por calles adoquinadas. Los tripulantes super atentos; la comida, rica. Gracias por enseñarme a salir adelante respirando fuerte y soltando el miedo”.
En un mes, viajó en 5 aviones y según me contó, cada vuelo fue diferente. Pero en todos logró relajarse y confiar.
“Es difícil de explicar. Pero iría a todos lados en avión ahora. Todavía no lo puedo creer. Es lo más hermoso que me puede haber pasado. Soy feliz y agradezco tanto haber hecho el curso. La respiración, la música, las relajación, todo me ayudó. Si sabía que era esto, tan lindo, no dejaba pasar tanto tiempo sin hacer el curso y sin volar”.
Según me contó, con sus amigas ya están proyectando un viaje a Buzios para el año que viene. Es cierto que a veces, cuando uno dejó pasar muchos años sin volar aparece el reproche de “por qué no lo hice antes”, pero creo que siempre es bueno mirar para adelante y pensar en todo la que podremos visitar, pasear, conocer, disfrutar a partir de ahora. Eso sin contar la cantidad de veces que podremos mirar y disfrutar de las fotos y de los recuerdos del viaje que ya hicimos.