El sábado nos embarcamos en nuestro vuelo de bautismo #5. Esta vez, viajamos un grupo de 18 personas, de Buenos Aires a Córdoba, en el vuelo LA 7612 de las 7.20 y volvimos en el LA 7605 de las 12.10. Fueron 5 horas a pura adrenalina y emoción.
El horario de encuentro era a las 5.30 de la mañana en Aeroparque y esa era nuestra mayor preocupación: que pudiéramos llegar todos a tiempo para poder prepararnos para el vuelo y subir lo más relajados posibles.
Fue una sorpresa encontrarlos a todos cuando llegamos con Claudia Michielín, la fotógrafa que siempre nos acompaña en los vuelos. Sólo faltaba Sandra que llegó unos minutos más tarde.
Como ya teníamos el check in hecho, sólo quedaba acercarnos al mostrador de LATAM para obtener nuestros boarding pass y subir a la sala de pre-embarque.
Esta vez, como éramos un grupo muy numeroso, decidimos no entrar en el duty free para tener más tiempo para prepararnos. Buscamos un lugar donde hubiera menos gente y nos sentamos todos juntos para hacer un ejercicio de respiración guiada.
Eramos 18 en total, incluidos Pablo Kornzaft de Desde El Patio , referente del mundo de la aviación, y Selva Lucero, que nos ayudó a organizar los talleres para TCP para ayudar a pasajeros con miedo a volar.
La tripulación del LA 7612 nos recibió con mucho entusiasmo: ya sabían que viajaba nuestro grupo y durante todo el viaje se acercaron en varias oportunidades por si alguno tenía alguna duda o si necesitaba algo.
A las 7.20 empezó el carreteo, había amanecido hacía unos minutos y el cielo estaba completamente despejado. Llos que se animaron pudieron ver el Río de la Plata, Tigre y sus decenas de islas… Ya nos habíamos descargado la app de LATAM y pudimos ir viendo en el mapa, por dónde íbamos pasando.
Al aterrizar, no pudimos contenernos y aplaudimos con todas nuestras fuerzas. Esperamos para bajar últimos y así poder sacarnos una foto con el piloto y los tripulantes.
Al bajar del avión, ya nos estaba esperando Andrés Lavallén, despachante de LAN, que nos esperaba con otra sorpresa: una visita al área de Operaciones. Pero antes, Aeropuertos Argentina 2000 nos invitó con un riquísimo desayuno donde pudimos charlar entre todos y contar cómo había vivido el vuelo cada uno.
Estábamos ahí cuando de repente vimos que llegaba Antonio Laje, que además de periodista es piloto y había volado en un operativo de Incucai con el piloto Darío Michelini y ya habían pasado por Rosario.
Después, junto a una empleada de Atención al Cliente de AA2000 fuimos a hacer un recorrido por el aeropuerto, algo fundamental para aquellos que nunca habían viajado en avión y también para los que hacía décadas no volaban. Conocer los procesos de un viaje ayuda mucho, sobre todo si el día del vuelo llegamos nerviosos al aeropuerto. Entre los tips que nos compartieron, por ejemplo nos sugirieron siempre chequear la pizarra con los vuelos para asegurarnos el número de puerta de embarque que nos corresponde, que a veces puede sufrir cambios.
Por último, pasamos por los escáneres de la PSA para poder acceder a la sección de Operaciones donde Andrés Lavallén y Claudio Cuassolo, nos explicaron en qué consiste su trabajo y cómo se organiza cada vuelo.
Fue la primera vez que tuvimos una experiencia así y quedamos todos fascinados porque nos ayudó a reforzar muchos de los conceptos que se comparten en el curso. Cuando salíamos de Operaciones, muchos comentábamos lo mismo: esta información nos ayuda a disipar la fantasía de que el avión está solo en el aire, sino que hay un equipo detrás proporcionándole a los pilotos permanentemente información actualizada sobre el clima, los aeropuertos y más.
Para el regreso, ni siquiera tuvimos que acercarnos al mostrador o a la máquina para imprimir los boarding pass. Andrés Lavalllén se ocupó, documentos de todos mediante, de imprimirlos así podíamos aprovechar hasta el último minuto en el aeropuerto.
A las 12.10, partió el vuelo LA 7605 que nos traería nuevamente a Buenos Aires. Y así, en unas horas, los que jamás habían volado pudieron tachar esta asignatura pendiente de la lista; al igual que los que hacía muchos años que no volaban o los que sí vuelan pero con miedo.
Gracias LATAM una vez más por hacer posible que el sueño de muchos se haga realidad. También gracias a Aeropuertos Argentina 2000 por el desayuno y la visita guiada, a Pablo K de Desdeelpatioblog por ayudarnos a organizar la visita al aeropuerto y a Andrés Lavallén por su generosidad para compartir con nosotros lo que hace todos los días en su trabajo.
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