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¿Afecta más a mujeres o a hombres?
Esta fobia puede afectar del mismo modo a ambos géneros.
¿Es más frecuente en personas de determinada clase social?
No. Puede ocurrir que una persona de un nivel socio económico alto tenga miedo a volar e incluso le impida seguir creciendo dentro de una compañía, y también puede pasarle a alguien con pocos recursos económicos que jamás se haya subido a un avión pero que la sola idea de hacerlo algún día le parezca algo imposible o al menos angustiante.
¿Cómo sé que sufro de “aerofobia”?
No hay una sola forma de “sentir miedo a los aviones”. De hecho, es habitual en los cursos para perder el miedo a volar escuchar que cada persona siente un miedo diferente. Están los que ni siquiera pueden pasar por un aeropuerto porque el sólo ruido de los aviones les da taquicardia; otros, en cambio pueden subir tranquilos al avión pero sienten pánico si hay turbulencias; y también hay quienes pueden viajar, pero reconocen que no les gusta.
¿Debería decirle a los tripulantes de cabina que tengo miedo?
Sí, los tripulantes de cabina siempre alientan a decirles si uno tiene miedo. En JetSmart por ejemplo, el equipo de Miedo a los Aviones brindó capacitación a tripulantes para aprender cómo ayudar a un pasajero con miedo al vuelo.
¿Es mejor quedarse sin dormir la noche anterior para descansar luego en el avión?
El cansancio puede aumentar el stress y al mismo tiempo puede reducir nuestra capacidad de comprensión. Por eso se recomienda respetar los hábitos de alimentos, ejercicio y descanso los días previos al vuelo, incluso el mismo día. Además, si se produjera una cancelación del vuelo la acumulación de cansancio podría provocar agotamiento y mal humor.