Vanesa tenía mucho miedo a volar. Cada vuelo era para ella una tortura. De hecho, fue hace más de un año, en mayo de 2018, que publicamos su historia, cuando en un vuelo de Aerolíneas Argentinas, las tripulantes de cabina le entregaron una cartita, animándola a seguir enfrentando su miedo.
Apenas nos mandó la foto de la carta, quisimos encontrar a las tripulantes de cabina (TCP). La carta estaba firmada simplemente por Lau y Cande. En cuestión de minutos y gracias a muchos amigos en Twitter y Facebook, logramos encontrarlas: se trataba de Candela Bustamante y María Laura Merlino, de Aerolíneas Argentinas. A partir de ese momento, cada vez que tuvo que volar, les preguntó a través de las redes sociales a las TCP si ellas estarían ese día en ese vuelo.
Vanesa casi no se sube al avión…Por suerte lo hizo y se encontró con las azafatas Laura y Candela, que la contuvieron y al bajar le dejaron esta notita. Esto pasó en el vuelo 1835 de @Aerolineas_AR del 30 de abril y nos pidió ayuda para hacerles llegar su agradecimiento? pic.twitter.com/6HdQhBS8QZ
— Miedo a los aviones (@MiedoAlAvion) May 3, 2018
Las azafatas habían logrado algo que hasta ese momento nunca había podido: mirar por la ventana. Vanesa se quedó maravillada al ver el cielo, las nubes, el sol que brillaba. “Fue una imagen impresionante. Algo realmente hermoso. También me motivaron a ver el aterrizaje. Estoy tan agradecida a las dos, fueron muy amables. Nunca voy a olvidar la contención que tuvieron conmigo durante todo el vuelo”, expresó Vanesa cuando nos compartió la cartita.
En 2014, volvía de Iguazú, cuando el avión tuvo una turbulencia moderada. Pasó 3 años sin volar. Hasta que en 2018 volvió a subirse a un avión pero con mucho miedo. Incluso, por razones laborales y personales tuvo que empezar a volar una vez al mes. Vanesa es licenciada en Relaciones Internacionales y trabaja en la Fuerza Aérea.
Pero como dice la canción de Rubén Blades, «la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida»: en marzo Vanesa empezó un curso de Despachante de Aeronaves.
“Mi pasión por la aviación siempre existió. Tenía como una dicotomía, amaba los aviones pero a la vez tenía mucho miedo a volar. Me pareció que haciendo esta carrera podía entrar en el mundo de los aviones y entender porqué los aviones vuelan, básicamente. Además, cuáles son las medidas de seguridad para que el vuelo sea seguro. Y fue un cambio en mi vida increíble. Lo que era un temor se convirtió en mi pasión”, compartió Vanessa, que confiesa que si pasan algunos días sin subirse a un avión empieza a sentir la necesidad de volar.
“Es impresionante las cosas que fui aprendiendo y respondiendo dudas acerca de la Meteorología, Seguridad, Despacho y Aerodinámica y cómo todo eso convierte al vuelo en el medio de transporte más seguro”, comentó. Y nos contó que en la actualidad está realizando vuelos en un Cessna 152 y va a empezar el Curso de Planeador.
“Mi idea es, si me va bien con el planeador, hacer las 40 horas de vuelo para obtener licencia de piloto privado. Si tengo la licencia de ANAC de despachante y de piloto privado, es más fácil poder entrar a cualquier aerolínea”, dijo y se ofreció a venir a contar su experiencia en el próximo curso para superar el miedo a volar.
“Desde arriba todo se ve tan diferente, es hermoso. El miedo fue una bisagra que me hizo transformar el miedo a los aviones en amor”, concluyó.
Que genia!! En mi caso, desde 2003 que no subo a un avión por lo mismo: altísimo nivel de aerofobia… que es un miedo grado 1 millón… pero los cursos -según lo que ví- son para miedos «simplotes»… turbulencias, «ideas» vinculadas a que el avión va a caerse etc… eso, a mí, no me preocupa más que a cualquier ser humano… LO QUE ME ATERRORIZA es EL ENCIERRO… saber que, si me quiero bajar, NO PODRÉ HACERLO. Eso es claustrofobia o algo parecido, según me lo han dicho ya….
¿alguien se ocupa de los «miedos importantes»? ¿hay terapias REALMENTE EFECTIVAS para eso?
Espero que existan!
Saludos
Hay varios cursos, pero en el caso de Vanesa no era simplote el miedo: llegó a averiguar el modelo de avión cada vez que viajaba. Y sí, el encierro es uno de los temas recurrentes, al menos en nuestro curso.