Rosario Coronado postergó muchos viajes en su vida debido al miedo a volar. Como por ejemplo conocer Grecia, que siempre fue su sueño.
A los 59 años, y con su hija viviendo en Mallorca, España, se animó y dijo: “basta”. Y tomó la decisión de afrontar el miedo a volar.
Hacía 8 años que no volaba y todo le generaba miedo y ansiedad.
Empezó a hablar del tema en su terapia y en abril hizo el curso “Afrontamiento del miedo a volar / Cómo ser una persona menos miedosa”.
No obstante, a medida que se iba acercando la fecha del viaje, su ansiedad fue en aumento. “Literalmente, me pasé todo el tiempo pensando en el avión, no podía pensar en otra cosa”.
Llegó el día del vuelo y apenas aterrizó me escribió: “Caro, llegamos a Barcelona. Si bien tuve miedo, fue llevadero y menos de lo que pensé. La próxima prueba de fuego es viajar a Mallorca, sola”.
En total, Rosario tomó 9 aviones. Visitó Mallorca, donde se reencontró con su hija, luego viajó a Amsterdam, Grecia, Barcelona, Santorini y Mykonos.

“Parece un sueño haber conocido todo lo que tanto soñé. Debo reconocer que me pongo muy nerviosa en la previa, pero tuve excelentes vuelos. En el vuelo de Barcelona a Mallorca me acordé mucho del curso porque agarré la mano del señor de al lado y después nos pusimos a charlar. El viaje se me hizo muy ameno”.
A unos días de haber regresado, sigue feliz de haberse animado a hacer el viaje de sus sueños. Aunque por momentos, confiesa que no puede creer todos los aviones que tomó.
“Lo único malo que pasé fue que en el último vuelo, desde Barcelona, después de dormir casi todo el viaje, el piloto anunció -cuando estábamos a 2 horas de llegar- que iba a haber turbulencias severas. Entonces, me puse a escuchar la relajación y a esperar lo peor. Pero nunca llegó. Apenas se movió un poco más de lo normal, eso fue todo”, relató Rosario, que quiso compartir su testimonio para animar a otras personas que también tienen miedo a volar. «Estoy muy agradecida al curso, por favor no dejes de incluir esto», agregó.