Hace unos meses, una persona con miedo a volar que vive en México nos pidió ayuda para intermediar con la línea aérea Aeroméxico que le prohibió por 5 años volver a volar con ellos. Siempre según lo que nos relató esta persona, ella estaba sentada en su asiento con mucho miedo cuando le informó a un tripulante de cabina que tenía miedo a volar y éste empezó a reírse. Además, dato no menor, ella estaba con una botella de alcohol chiquita, similares a las que entregan en los aviones y está prohibido beber alcohol en los aviones salvo que sea el que ofrecen junto a los servicios de comida. Esta persona nos contó que inició una discusión con el tripulante y que finalmente le solicitaron por orden del comandante que se bajara del avión, ya que era una pasajera disruptiva.
De paso aclaro que no pudimos ayudarla, ya que desconocemos de leyes y…reglas son reglas.
Si nunca habías escuchado hablar de pasajeros conflictivos o disruptivos, es probable que hayas visto el video del vuelo F0 5222 de FLYBONDI, que había despegado de Buenos Aires con destino a Tucumán y luego fue desviado debido a la meteorología, donde un pasajero exigía a los tripulantes «bajar en otra ciudad». Incluso el hombre llegó a golpear la puerta de la cabina. En el video que rápidamente se viralizó, se lo puede observar y también se puede escuchar cuando el piloto le ordena volver a su asiento en forma inmediata.
Lee la crónica que publicó Aviacionline
Pero empecemos por el principio. Un pasajero disruptivo es básicamente una persona que no acata las normas y provoca problemas significativos a bordo. Aunque IATA aclara que son una minoría, explica que «el impacto de las acciones de estos pasajeros es desproporcionado», si se tiene en cuenta por ejemplo que en algunos casos los vuelos tienen que desviarse o regresar al aeropuerto para que el pasajero en cuestión baje del avión y se hagan cargo las autoridades correspondientes.
Porque arriba del avión la autoridad es el comandante; pero ya en tierra estos pasajeros podrían no tener autorización para seguir con el viaje en la línea aérea en cuestión, recibir una multa o…incluso ir a la cárcel. Esto además de que la aerolínea podría no permitirle viajar en esa compañía nuevamente por un plazo determinado.
“Ninguna persona puede agredir, amenazar, intimidar o interferir con un miembro de la tripulación en el desempeño de sus funciones a bordo de una aeronave en operación”, especifica la regulación de la FAA (Administración Federal de Aviación, de los Estados Unidos).
Cifras en aumento en América
En 2021, se estimaba una tasa de incidentes de pasajeros disruptivos y perturbadores reportados a bordo en 1 cada 835 vuelos. En 2022, la tasa fue de 1 cada 568 vuelos, según un documento de la OACI (Organización de Aviación Civil Internacional), publicado en Abril de 2023.
«La pandemia del COVID-19 dejó, entre sus horribles consecuencias, un aumento en la cantidad de pasajeros disruptivos al negarse, en muchos casos, a usar la máscara facial o a mantenérsela colocada durante el vuelo. En los Estados Unidos, el 70% de los 7000 casos de pasajeros disruptivos desde enero de 2021 fueron relacionados al uso de la máscara facial», describe IATA en un comunicado de prensa.
«Durante 2021 y 2022 hubo más de 20,000 informes de pasajeros rebeldes presentados por más de 40 aerolíneas alrededor del mundo. Si bien los datos tienen algunas limitaciones (no todas las aerolíneas presentan este tipo de informes a la IATA), este es el único conjunto de datos a nivel mundial que existe respecto de estos incidentes de rebeldía y perturbaciones; además, las estadísticas muestran tendencias y, en particular, la naturaleza de los incidentes», describe el documento de la ICAO.
No obstante, en 2018 la European Union Aviation Safety Agency (EASA, según su sigla) ya reportaba un aumento del 34% de los casos, comparando los incidentes de 2017 con los de 2018.
¿Qué comportamientos son los más comunes de los pasajeros disruptivos?
El incumplimiento fue la principal causa de los incidentes de 2021 y 2022. Dentro de los casos de incumplimiento se incluye:
- Fumar en el baño (en realidad no se puede fumar en ningún lugar de los aviones, más allá de que todavía sigamos viendo la señal junto a la del cinturón de seguridad).
- Fumar cigarrillos electrónicos
- Abrocharse el cinturón de seguridad
- Colocación del equipaje de mano en el lugar donde corresponde
Una cifra previa al inicio de la pandemia, reportaba que en todo el mundo los casos de intoxicación debido al alcohol rondaban el 27% de los casos de incidentes con pasajeros disruptivos.
A esto hay que sumar los pasajeros que toman medicación ansiolítica o para inducir el sueño por cuenta propia o en cantidades no recomendadas y que incluso mezclan alcohol con estas drogas.
Existen varias campañas promocionando “Viajar seguro y beber con responsabilidad” en algunos países. Incluso la Agencia Europea de Aviación (EASA según su sigla) creó #notomyflight (no en mi vuelo), advirtiendo las serias consecuencias de combinar medicamentos para dormir con alcohol.
Mira uno de los videos de la campaña de EASA
Recientemente, EASA brindó 2 webinars en el mes de Junio como parte de la campaña «Listos para volar», para compartir información para los pasajeros y para informar el apoyo que ofrece al personal para manejar ese tipo de situaciones.
Las causas
En un artículo publicado por Skybrary, una plataforma estilo Wikipedia con información sobre seguridad en la aviación que cuenta con el apoyo de Eurocontrol, ICAO y Flight Safety Foundation, enumera los siguientes factores y desencadenantes que pueden provocar un comportamiento disruptivo:
- Intoxicación
- Drogas (tanto de prescripción como sin prescripción médica)
- Problemas de salud mental
- Ansiedad (incluyendo miedo a volar)
- Cansancio
- Frustración, como el resultado de asuntos personal o derivados del viaje.
Entonces, ¿somos o no somos disruptivos?
Desde el inicio de este blog y de los espacios en las redes sociales, solamente recibimos un mensaje de una persona con miedo a volar que le prohibieron volar y que ya no puede viajar en esa línea aérea. Mientras que recibimos en este tiempo miles de historias y testimonios de personas que con poco o mucho miedo, pudieron regular la ansiedad y no tuvieron ningún episodio como los que relatamos antes. No obstante, aquí algunas recomendaciones:
- Prepararse para viajar en avión: si tenemos ansiedad es muy probable que vaya en aumento a medida que se acerca la fecha del vuelo. Acudir a una consulta con un psicólogo, practicar ejercicios de relajación o alguna técnica para regulación de la ansiedad podrá ayudar a evitar llegar a una situación donde podamos tener una reacción inesperada.
- No tomar alcohol ni automedicarse. Esto pone en riesgo nuestro salud además de que -irónicamente- nos hará sentir con menos control. Mucho menos llevarse una «botellita». Esto podría hacer que te bajen del avión.
- No sobreinterpretar las respuestas de los tripulantes, personal de check in o del aeropuerto. Muchas veces nos ha ocurrido de estar con personas que incluso sin mala intención han hecho bromas pretendiendo ayudar. Si hay amigos o familiares que todavía no entienden lo que es tener miedo a volar, por qué vamos a esperar que todos sepan qué decir y qué no para hacernos sentir mejor. Además, el avión y menos cuando estamos por volar, no es el escenario adecuado para dar una clase de lo que sufrimos cuando volamos o de lo que esperamos que hagan los tripulantes cuando les decimos que tenemos miedo.
- Si cuando nos sentimos ansiosos nos ponemos verborrágicos o hiperactivos, llevar alguna actividad para distraernos.
- El miedo no es excusa para incumplir las normas del avión, por ejemplo ajustarse el cinturón, mantenernos en nuestro asiento cuando la luz del cinturón de seguridad está encendida, entre otras.
- Si elegimos un asiento ubicado en la fila de la salida de emergencia, será nuestra obligación escuchar las indicaciones que nos dará un tripulante antes del despegue. Si escuchar esas indicaciones nos aumentará la ansiedad, mejor elegir otro asiento.
Así que a la pregunta de si las personas con miedo a volar somos disruptivos, podría responder que no. Pero hay un filtro que se activa cuando una persona decide buscar ayuda para volar con menos sufrimiento. Quizá el pasajero disruptivo aún no se haya dado cuenta que tiene miedo o no se lo haya tomado en serio.