Hace varios meses tuvimos una reunión con el equipo de Comunicación de Aeropuertos Argentina 2000 de Ezeiza en la que compartimos algunos de los mensajes que nos llegan con frecuencia a través de las redes sociales. Entre ellos, el de María Laura que nos escribió: «Llegué a Ezeiza y estaba tan nerviosa que me había olvidado por completo qué tenía que hacer primero, si los trámites migratorios, despachar la valija. Era mi primer viaje en avión y mi mente estaba en blanco».
Fue así que surgió, de parte de la gente de Aeropuertos Argentina 2000, organizar una capacitación para compartir información y herramientas con empleados de diferentes sectores sobre cómo ayudar a un pasajero con miedo o ansiedad al vuelo.
Nos propusimos también hacer un relevamiento para tener una idea más acertada de la frecuencia con que el personal tiene contacto con personas con miedo al vuelo: el 46% respondió que en algún momento recibió alguna consulta sobre el tema.
La capacitación se realizó el miércoles 31 de octubre y participaron empleados de diferentes áreas: Atención al cliente, PSA (Policia de Seguridad Aeroportuaria), Migraciones, entre otras.
Nos llamó la atención el interés que demostraron todos los asistentes a través de su activa participación.
El programa, preparado por el Lic. Nicolás Machín, psicólogo aeronáutico, del Instituto Nacional de Medicina Aeronáutica y Espacial (INMAE), organismo dependiente de la Fuerza Aérea Argentina, y nuestro equipo, incluyó contenido teórico sobre el miedo, la ansiedad y la fobia, las características del pasajero con miedo, entre otros temas.
«Una intervención acertada y asertiva puede ayudar al viajero a disminuir notoriamente el malestar a la hora de volar, maximizando las posibilidades de éxito del pasajero», comentó Machín.
También, se compartieron indicaciones sugeridas para el tratamiento del pasajero con miedo al vuelo con sugerencias de qué hacer y qué no en el caso de que un pasajero se acerque a pedir ayuda o exprese su malestar o temor.
Por último, los participantes tuvieron la oportunidad de poner en práctica lo aprendido en ejercicios de role playing.
La experiencia superó todas nuestras expectativas. Como siempre decimos, no hay una fórmula mágica para superar el miedo. Pero a medida que cada vez haya más gente que sepa cómo ayudar a una persona con miedo, la mochila que llevamos se irá haciendo cada día un poco más liviana.