No olvidarse de los pasaportes, tener el código de reserva a mano, que el remís o taxi llegue a tiempo, descargar la playlist para escuchar en el avión, no olvidarse del rosario o la estampita que nos protege (todos tenemos algún amuleto para viajar)…¡la lista de cosas que tenemos que pensar antes de tomar un avión puede ser interminable!
Y de repente, finalmente llegamos al aeropuerto y nos enteramos que…¡el avión está demorado! Y entonces, surge la pregunta desesperada, ¿y ahora dónde vamos a comer? En especial teniendo en cuenta que históricamente comer en un aeropuerto siempre fue algo muy costoso.
Posiblemente alguien que no tiene miedo a volar no lo comprenda, pero sabemos que cualquier cosa puede ser un disparador de estrés y cuanto más estresados subamos al avión, más difícil nos resultará controlar la ansiedad y el miedo.
Desde octubre, Aeropuertos Argentina 2000 junto al Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna) lanzaron una serie de acciones para bajar los precios de los locales gastronómicos de los aeropuertos de Ezeiza y Aeroparque.
Estos lugares, que pueden identificarse con el letrero “low cost” en las vidrieras, ofrecen menús a precios accesibles, con rebajas de hasta un 40%. Se puede desayunar por $ 65 o almorzar por $ 120 (precios Febrero ´18).
También, para los que no quieren sentarse en un restaurant, hay máquinas expendedoras de comida y bebidas, que ofrecen café a $ 20, bebidas frías (tamaño chico) a $ 30 y sándwiches por $ 40. Algo que nos llamó la atención es que las máquinas no sólo admiten efectivo sino que también se puede pagar con tarjeta de crédito.

Las grandes marcas, como Mc Donald´s, Starbucks o Hard Rock Café también se sumaron a la movida “low cost” para tener los mismos precios que en otros locales de cada cadena.
Esto sin duda es una excelente noticia, especialmente para las familias que viajan con chicos.
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