Desde que me enteré que ya había fecha para el primer Spotter Day en Ezeiza le comenté al equipo que quería ir. Por supuesto que no quería sacarle el lugar a nadie, pero poder ver los aviones de cerca sin el estrés del viaje me pareció fundamental en esta búsqueda de conocimiento y herramientas para superar el miedo a volar.
Me hizo acordar a los chicos que le tienen miedo a los perros: los psicólogos no les recomiendan no visitar a los amigos que tienen perros sino al contrario les sugieren acercarse de a poco para comprobar que no son peligrosos sino al contrario pueden ser la mejor compañía.
Y así fue. Gracias a Mónica, del equipo de Miedo, y a la gentileza del departamento de Prensa de Aeropuertos 2000, ¡lo logramos! Fuimos con Gustavo y su cámara de fotos, para poder tener imágenes para esta nota y para las que vendrán. (Aclaración: fuimos como invitados, no como spotter, que no somos)
Finalmente, llegó el día. El sábado 17 de marzo, a las 6.45 am, 100 fotógrafos de aviones -conocidos como «spotters»- se dieron cita en el salón Malvinas Argentinas, del pabellón C, del Aeropuerto Internacional de Ezeiza, para dar comienzo al primer Spotter Day de la historia en este aeropuerto.
Organizado por Aeropuertos Argentina 2000, el evento comenzó con la entrega de credenciales y una mochila-kit con algunos regalos (todos con el logo del SpotterDayEzeiza) para cada participante. En el salón, nos esperaba personal del aeropuerto y de ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil). Luego de un desayuno y de los discursos de directivos de Aeropuertos Argentina 2000 y de ANAC, que se ocupó de explicar las normas de seguridad, pudimos acceder en forma exclusiva a la pista y a sectores de ingreso restringido.
Pero nada se hace a las apuradas en los aeropuertos y mucho menos si íbamos a ir a la pista: antes tuvimos que pasar por el escáner de la PSA (Policía de Seguridad Aeroportuaria), igual que si nos fuéramos de viaje: los que tenían objetos metálicos -como cinturones, relojes, entre otros- tuvieron que sacárselos, además de pasar carteras y mochilas por el escáner. Y esto no fue todo, además había policías controlando.
¡Primera novedad para nuestro equipo! Nos contaron que el personal tiene que pasar por el escáner cada vez que entran o salen de la pista o las áreas restringidas. Si un despachante tiene que salir 4 veces a la pista, tendrá que pasar 8 veces (4 de ida y 4 de vuelta). (En otras palabras, hay muchísima seguridad no sólo para pasajeros sino también para los propios empleados.)
Aunque quizá, para el resto, la primera novedad fue el concurso que anunció Daniel Kitchebachián, Gerente General de Ezeiza, que premiará la foto que haya tenido más likes en las redes sociales oficiales de AA2000 con un viaje al próximo Spotter Day del Aeropuerto Internacional de Brasilia, en junio de este año.
La tercera cosa que nos asombró fue comprobar lo que ya nos habían contado algunos pilotos: cuando se juntaron algunos pájaros en la pista, enseguida entró una camioneta que disparó unos tiros al aire para ahuyentar a las aves. (No, no nos asustamos, al contrario, para los que vimos Capitan Sully el tema de los pájaros es un fantasma.)
Por último, pude experimentar algo similar a la desensibilización sistémica, que siempre se recomienda en el curso de «Cómo superar el miedo a volar», que dicta el Lic. Nicolás Machín, psicólogo aeronáutico. Estar durante dos horas siendo testigo de los despegues y aterrizajes es una excelente forma de hacer una aproximación a eso que nos genera tanta ansiedad y que nos quita (o quitó) el sueño durante mucho tiempo.
Según comentó Kitchebachián y también nos adelantaron varios integrantes del equipo de AA2000 habrá más jornadas dedicadas a los apasionados por los aviones, como también habrá un Spotter Kids para que los más pequeños puedan conocer los aviones de cerca.
Al volver, nos esperaban con un rico almuerzo. Allí aprovechamos para charlar con algunos spotters y muchos se sorprendieron al contarles el nombre y la finalidad de este sitio. Pero enseguida se mostraron interesados en compartir algunos tips tanto de lugares para conocer y de datos para hacer el viaje más relajado.
El clima que se vivió, la buena onda tanto del equipo de AA2000 como de los spotters y tener la oportunidad de estar más de dos horas en la pista, a menos de 200 metros de los aviones, ver cómo tranquilamente despegaban y aterrizaban los aviones, hará que cada vez que nos acordemos de este día sonriamos…
El sábado llegué a Ezeiza pensando «qué genial está venir al aeropuerto sin tener que subir a un avión» y salí diciendo «cada vez me gustan más los aviones y el mundo que los rodea».
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