Llegó a gritar durante los vuelos, a llorar antes de subir al avión, hasta que viajó por primera vez sola, de México a Canadá, y logró disfrutar de algo que ni en sueños lo creía posible: disfrutar del viaje. Con apenas 22 años, nos escribió para contar su experiencia y para compartir algunos consejos que a ella la ayudaron a superar casi por completo su miedo.
Para Alejandra Márquez el viaje que hizo hace un mes significó un paso hacía adelante muy importante para vencer la aerofobia. ‘’Antes solía pasarla muy mal, temblaba y a veces gritaba todo el vuelo’’, cuenta Alejandra a Miedo A los Aviones. Antes de afrontar el desafío de tener que tomar tres aviones para llegar al destino, se decidió a investigar mucho sobre los aviones e hizo ejercicios de relajación. En los dos primeros vuelos, les comentó a las azafatas sobre sus miedos y a lo largo del vuelo le preguntaban como se sentía. A la hora del despegue, le preguntó a su compañero de asiento, con timidez, si le podía dar la mano. No dejó de estar tensa, pero con los ojos cerrados se relajó un poco más.
El último vuelo –para ella- fue el peor. Tuvo que volar en un avión pequeño: ‘’estaba que me moría del miedo, al momento del despegue iba sola en la ventanilla, y me agarré fuerte del asiento, pero el vuelo y el aterrizaje lo vi completo y me enamoré, unas vistas espectaculares y sentí poco a poco que mis miedos desaparecían’’, manifestó Alejandra.
De regreso fue la misma historia, tenía que tomar tres vuelos en dos días, lo que, de entrada, no le gustaba para nada a Alejandra. En el vuelo de Victoria a Calgary hizo lo mismo que antes: le comentó a su compañera que tenía mucho miedo a lo que la compañera le respondió ‘’que esté tranquila y que iban a conversar’’. Al momento de despegar, su compañera le pedía a Alejandra que sigan hablando, hasta que le dijo ‘’¿Ves? Ya lo hiciste, ya estas volando’’. Por primera vez Alejandra pudo mirar hacia la ventanilla, mientras que su compañera le explicaba sobre la geografía de Canadá y le prestó un libro que estaba leyendo.
Desde ese momento, Alejandra se dio cuenta que la clave- al menos para ella- está en hablar con gente durante el vuelo: ‘’Encuentro cierta tranquilidad y calma en la voz, por suerte me tocaron personas maravillosas que hicieron mis vuelos muy placenteros’’.
Además de contarnos su historia y cómo logró vencer su miedo, Alejandra nos contó algunos de sus tips para vencer el miedo a volar. Entre ellos están:
- Hablar con el pasajero de al lado y enfocar la atención en la charla.
- Si hay turbulencia, imaginarse un avión de papel entre dos ventiladores: sube y baja pero nunca se cae, solo es molesto.
- Tener en mente que los pilotos están preparados para todo, son expertos de la aviación.
- Si crees que estas por tener un ataque de pánico, imaginarse a tu familia o el destino recibiendote.
- Elevar los pies en el momento en el despegue y aterrizaje: se siente menos la vibración.
- Escuchar la canción ‘’The Nights de Avicii’’, más precisamente cuando dice ‘’. So live a life you will remember…’’ (vivan una vida que puedan recordar).
¿Te gustaría escuchar esa canción? Hacé clic acá y disfrutá de la letra.
Alejandra se considera una ‘’aerofobica de salida’’. Ella cree que muchos de sus miedos eran por desconocimiento. «Siempre es bueno poder hablar con un piloto o alguien que sepa explicar el porqué de los sonidos y movimientos. El miedo no debería apoderarse de nosotros porque hay un mundo y personas para descubrir», concluyó esta joven sabia, que se tomó su tiempo para escribirnos y mandarnos fotos que tomó en el avión.
Éstas son algunas de las fotos que sacó desde el avión. ¡Fue la primera vez que miró por la ventanilla!
Excelente post
Gracias Lucía!
Estoy aterrada. El 6 de octubre voy a volar por primera vez, tengo claustrofobia y no he logrado controlar mi ansiedad. :'(
¡Ayuda!
Yo tuve aerofobia muchos años hasta que hice un curso maravilloso que me cambió la vida. Lo más importante: las turbulencias son muy molestas…pero no son peligrosas. Y el principio físico que mantiene al avion en el aire es el mismo que el que mantiene al corcho en el agua. Puede moverse mucho…pero no se hunde. A disfrutar de volar! Que es maravilloso!!! Ana Parisi